Tenía cita en el Hospital de Día. Esta zona no tiene nada que ver con el resto de dependencias del hospital. Para empezar y aunque tengas tu hora asignada, lo primero que debes hacer es ir al "gestor de turnos", que no es más que una máquina donde introduces el número de DNI y genera un tique en el que figura unas letras y la hora prevista para que te reciba el médico. Las letras normalmente, son las iniciales de tu nombre y apellidos. Las mías son MPC. Justo encima del artilugio hay una nota en la que aclaran que estas siglas no siempre coinciden con la iniciales, lo que le da más emoción al asunto. Acto seguido te vas a la sala de espera donde están el resto de pacientes sentados con cara de dos horas más aquí, y nos convertimos en parte del mobiliario.
Poner los ajos a freír partiendo de aceite frío |
Añadir el pan y dorar |
Allí no te avisan por el nombre ni por la hora de la cita, para eso ya llevas el papelito del maquinorro. Hay unas pantallas en las que aparecen las iniciales del sujeto que llaman a consulta junto con la hora que aparece el boleto- enigma que ha generado el gestor de turnos, y el número de consulta. Esto va por plasma. En mi caso sería, por ejemplo:
MPC 10:00 Consulta 1
O sea, Maricruz Parrondo Carretero, que tiene asignada la hora de consulta 10:00 (nunca coincide) y tiene que ir a la consulta 1.
Para asegurarse de que la gente se entera cuando la llaman, suena un zumbido: MOCK y todos, como los perritos de Pavlov, levantamos la mirada a la pantalla. Si no son tus siglas, toca seguir esperando pero si son tus datos, te levantas, vas a la consulta y una menos en la sala, que está siempre llena.
Verter el caldo de pollo |
Cocer a fuego medio |
El día en cuestión no estaban las pantallas conectadas, todo el mundo nos preguntábamos qué pasaba. Yo me puse a leer, hay quien aprovecha para hacer punto, otros resuelven crucigramas, muchos entablan conversación con el de al lado y no falta quien se va poniendo nervioso según van pasando los minutos e incluso horas de espera, que todo hay que decirlo. Ya estaba yo cuestionándome cómo nos las íbamos a ingeniar para enterarnos de que el médico nos llamaba a consulta, cuando apareció una de las enfermeras. Sacó del bolsillo de su bata blanca un mando a distancia, apuntó a la pantalla y se encendió. Sonó inmediatamente el MOCK de rigor, todo el mundo miró y vimos
UNO 9:30 Consulta 2.
- Ah, el siguiente será OTRO, ¿no?
- No, no, eso son las iniciales del nombre-, aclaró una señora muy amable.
- Gracias, ya lo sé, ha sido una tontería mía. Es que, un nombre propio que empiece por U, qué curioso. A ver... no hay muchos nombre que empiecen con U... Úrsula.
- ¡Ulises!-, apuntó otra señora muy orgullosa.
- ¡Un gallifante!, ¡un punto para usted!
Se escucharon risas. Les había descubierto un juego al que suelo jugar en momentos aburridos y de espera, que por eso y otras cuestiones, no me aburro nunca. De pronto cambió el ambiente de apático y tristón a expectante. La espera se nos iba a hacer más liviana.
- Urbano-, se escuchó desde una esquina.
- ¡Exacto! Varios Papas se han llamado así. Ya casi nadie se llama Urbano-, apunté yo que no consigo estarme callada y así me pasa lo que me pasa. Nos pusimos todos a pensar nombres de personas que empezaran por U, que se nos notaba en la cara el esfuerzo mental.
- ¡Umberto!-, dijo un chico joven dos filas más atrás.
- No, no, no... Umberto es con H, protestó la señora de "Urbano".
- ¿Y qué más da? Total, como es muda...
Ya nos reíamos sin ningún tipo de recato, fuera aburrimiento.
Hasta que el pan esté muy tierno |
Volcar el huevo por persona |
MOCK, dijo otra vez la pantalla y apareció
ZJD 11:30 consulta 1
Nos quedamos todos mirando con la boca abierta. Si lo de Urbano y compañía ya había sido difícil, encuentra ahora alguien cuyo nombre empiece por Z. Todo un reto.
- Eso, con Z y encima llaman antes de la hora, porque hasta las once y media no le tocaba entrar-, apostilló un señor de la última fila.
- Zacarías-, dije yo que estoy acostumbrada a jugar a esto de los nombres, como he dicho antes, obviando la queja. El que espera, desespera, eso hay que entenderlo.
- Un punto para usted, me adjudicó una señora que estaba a mi lado que ya ni hacía labores ni nada.
- Oéee, celebré como si hubiera metido un gol, y poco me faltó para chocar los cinco con los de alrededor.
- Zeus, dijo alguien. Sí señor, buen tanto.
- ¿Zeus?-, cuestionó otro-. ¿Quién se llama Zeus hoy en día?
- Pues el hijo de Sara Montiel, sin ir más lejos-, contestó rápidamente una adicta a las revistas del corazón y programas de cotilleos, supuse.
Y en cuanto empiece a cuajar la clara, el jamón |
La hierbabuena ya fuera del fuego |
- Hombre, no es normal pero hoy en día lo raro raro, es llamarse Pepe, digo yo porque mira qué manía de poner a los chiquillos nombrecitos extraños-, no tuve más remedio que aclarar.
Ya nos alborotamos todos, riéndonos y diciendo nombres absurdos como "Zantiago", "Zergio", "Zilvia"... Tanto se lió que salieron las enfermeras y gente de otras consultas a ver qué pasaba.
-¡SILENCIO! Que esto es un hospital, hay que guardar silencio, que lo pone ahí en ese cartel. Así que a ver si se callan todos, sobre todo usted que ha sido la que ha empezado con lo de los nombres y esas tonterías-, soltó de malas maneras una señora de la primera fila mirándome con inquina.
- No me mandaban callar de esa manera desde que estaba en el cole-, susurré a mi vecina de silla, tapándome la boca.
- Tiene usted razón- le dije-, discúlpeme, tendría que haber tenido en cuenta dónde estamos. Lo siento.
Y cuando más callados estábamos, MOCK
KFU 11:00 consulta 2
¡KUNG FU!
Tenía que decirlo. El Universo había conspirado contra mí, qué otra cosa podía hacer.
Sopas de ajo con jamón, huevo y hierbabuena
Ingredientes.
Pan asentado de miga prieta: piña malagueña, pan cateto... en rebanadas muy finas.
Caldo de pollo. He usado del que yo hago, que congelo para tenerlo como fondo.
1 cabeza de ajos.
1 huevo por persona.
Jamón ibérico cortado en lonchas finas y troceado.
Aceite de oliva.
Una buena rama de hierbabuena.
Elaboración.
Trocear los ajos como más nos guste y freírlos en un buen aceite de oliva, partiendo del aceite frío.
Justo cuando se caliente, añadir las rebanadas de pan y dorar. Esto lo hago para que no se quemen los ajos si metemos el pan cuando ya están dorados los ajos.
Verter la cantidad necesaria de caldo de pollo, o verdura, teniendo que cuenta de que estas sopas deben ser un poco espesas. Dejar hacer entre 15 y 20 minutos a fuego medio.
Agregar ahora el huevo o huevos (uno por persona), dejar que cuaje la clara y esparcir el jamón por toda la cazuela.
Cocinar dos o tres minutos más, poner la hierbabuena, retirar y esperar unos minutos a que la sopa tome el sabor de la hierbabuena. El barro guarda muy bien el calor, no se va a enfriar, os lo puedo asegurar.
Servir.