lunes, 8 de agosto de 2011

Cómo freir chanquetes o cuando tuve nostalgia de Málaga

Tenía yo 18 añitos y ya llevaba unos cuantos meses en EEUU. Era verano, hacía calor y yo añoraba esa manera de vivir fuera de casa que tenemos en nuestro país, las cervecitas con los amigos, las tapitas, el pescaíto frito... ay.
Vamos, que no hablaba yo de otra cosa, tenía a mis amigos locos con tanto explicar nuestro modo de vida, hasta recuerdo que me empeñé en que entendieran lo que eran los chanquetes, cómo se preparaban, cómo los comíamos y todo eso. Caí en la cuenta, cuando Frank dijo you're homesick, María, en ese país yo era Maria porque vete tú a ponerlos a pronunciar Maricruz, no había manera, pobrecitos.
Total, que aprovechando que estábamos en Galveston, Texas, organizamos una excursión a San Antonio, que no se puede dudar de su idiosincrasia hispana, sospecho yo que fue por ver si me callaba de una vez con la morriña aquella que tenía. Y allí nos fuimos unos cuantos en el coche dispuestos a pasarlo bien. Era agosto y pasamos mucho calor, vimos El Álamo, la misión de la Concepción, el palacio del gobernador español y seguimos pasando calor. Nos dimos un paseo en las barcas del río, tan bonitas con esos colores tan mexicanos, mucha gente hablaba español.
 Cenamos en uno de los muchos restaurantes mexicanos en el paseo del río, había unos mariachis cantando por allí y uno dijo María is a spanish girl mientras les guiñaba un ojo y rápidamente empezamos a hablar en español y cuando les dije que era de Málaga, menos mal que no les hablé de los chanquetes, se arrancaron con la Malagueña salerosa ¡qué bonito! Les dimos una buena propina. La cena salió carísima y nos quedamos sin dinero, mira que bien, ahora sólo teníamos calor.
Ya era tarde cuando decidimos volver, el camino era largo, la conversación languideció, los que iban atrás se durmieron y de repente Frank dijo Oh my God, nos quedábamos sin gasolina. Fuimos de gasolinera en gasolinera y no admitían tarjetas de crédito, sólo efectivo, que allí llaman cash como todos sabemos. Para colmo de males, nos tuvimos que parar en un paso a nivel y estuvimos contemplando un tren interminable de esos que llevan fruta del Sur al Norte. Paramos el motor. Ya nadie dormía, rebuscábamos en los bolsillos a ver si aparecía algo de dinero.
Como en las novelas de misterio, al final encontramos un cajero automático, sacamos dinero, compramos gasolina y llegamos a casa a las seis de la mañana con unas pintas horrorosas, pero más contentos que la mar. Yo seguía con mi morriña pero nunca más les dí la lata con el spanish way of life, demasiado pasaron por mis añoranzas.

Ingredientes.
Chanquetes.
Harina de freir pescado.
Aceite de oliva.
Sal.
Imprescindible o casi: un cedazo. Si no teneis, se puede usar un colador de malla fina. Es necesario sacudir ahí el exceso de harina de los chanquetes porque si no, se hace un engrudo y no sale el pescado suelto. En el video se ve.

Elaboración.
Enjuagar los chanquetes, ponerlos a escurrir y salarlos.
Pasarlos por harina. En el Sur tenemos una harina especial para freir pescado, si no la encontráis podéis poner un poco de pan rallado en la harina normal, que es lo que yo hago cuando no tengo. Es para que tenga una consistencia más gruesa, nada más.
Sacudir los chanquetes enharinados a través del cedazo o de un colador de malla fina y freir en aceite muy caliente, siguiendo la regla de: a menor tamaño del pescado, mayor temperatura del aceite.
Remover con un tenedor de madera para que se suelten los chanquetes, y sacar de la sartén cuando estén dorados.
Escurrir sobre papel de cocina.
Una ensalada de pimientos, es el acompañamiento perfecto.


1 comentario:

  1. Es un placer leerte!!! como me gustan estos "cornalitos" fritos, aprendo mucho contigo.
    Un beso gigante!
    maBel

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