viernes, 25 de noviembre de 2011

Arroz con pollo y clave de acceso



Fue uno de esos días en los que tienes que cambiar de planes todo el rato, que lo de tener un plan B está muy bien, pero hay veces que hay que ir a por el plan C, el D y así hasta que casi se acaba el abecedario o alfabeto, que se dice de las dos maneras.
Pues había yo previsto hacer un puchero, puse la noche anterior los garbanzos en remojo y cuando abro la barqueta del pollo, los del super me lo habían mandado troceado. Pasamos al plan B. En uno de estos buceos que hacemos todos por el Internet grastronómico,  vi esto: http://cocinandotelo.blogspot.com/2010/10/arroz-con-pollo-pasas-y-nueces-al-ras.html.

De modo que me llevé el portatil a la cocina y me metí en faena tan contenta y en esto llega Manuel, que no puede hacer llamadas desde su móvil, que le piden el código de acceso. Eso cómo va a ser, hombre... Pues sí era. Salía una grabación Bienvenido al servicio de Vodafone, si es usted la persona autorizada para hacer esta llamada, diga autorizada; si no lo es, espere por favor. Y aquí me tienes diciéndole a un robot autorizada, con la vergüenza que me da a mí decir cosas absurdas que no está escuchando nadie en persona, al tiempo que sazonaba el pollo y preparaba los ajos. A continuación, y para comprobar que es usted la persona autorizada, le vamos a hacer unas preguntas. Por favor, teclee su clave de acceso. Y yo, que soy optimista por naturaleza, tecleé la clave de acceso a la página de Mi Vodafone, que me la sé de memoria y todo. La clave que ha tecleado no es la correcta, póngase al habla con la persona autorizada. Vaya, hombre. Ahí fue cuando me quemé al sacar las pasas que había puesto a calentar con agua al micro, mientras sostenía el teléfono entre la oreja y el hombro.

Como también soy pertinaz por naturaleza, lo intenté de nuevo, esta vez no dije la palabra mágica y esperé. Si no es usted la persona autorizada, póngase en contacto con la persona autorizada. O sea, que no sé entonces para qué te ponen a decir autorizada si al final tienes que ponerte en contacto con no sé quién como no te sepas el código. Ahí es cuando casi se me quema el pollo que estaba sofriendo mientras seguía sosteniendo el teléfono con la oreja y el hombro. Ya empezaba a acostumbrarme a verlo todo ladeado.
Pues lo seguí intentando con todos los códigos que tengo y mira que tenemos códigos para todo que, además no debes anotarlos en ningún sitio, no vaya a ser que alguien te los robe. A mí ya me da lo mismo, pienso anotar todos los códigos, claves y nicks porque esto es un jaleo muy grande, no hay quien se aclare con tantas tonterías.
Uhmm... a ver si es el código que desbloquea la tarjeta SIM... Pues no, tampoco era. Y yo, vuelta a hablar con la grabación de si es usted la persona autorizada... ufff, qué pesadez, por favor dije yo mientras soltaba en el agua hirviendo con papel y todo, uno de los cubitos Knorr de carne que utilicé para hacer el caldo (buenísimo que salió, por cierto) que me dí cuenta en seguida y metí la mano para rescatarlo. Ahí fue cuando me quemé la mano entera con el agua, al tiempo que la grabación decía acción incorrecta, CLICK y colgó. Es la primera vez que me cuelga una grabación ¡¡Manuel, Manuel, que me ha colgado la grabación esta!! Ahí fue cuando ya me dió la risa floja y no podía parar de reirme, con el cuello torcido, la mano quemada y el pollo que no salía de su asombro. Manuel tampoco.
Para que veáis lo de la pastilla de caldo concentrado


Al final, tuvimos que ir al día siguiente a la tienda de Vodafone y hablar con un ser humano, que nos dijo que como era un teléfono de empresa, el número asociado al titular que era yo, tenía que estar autorizado. Como les dije que siempre había funcionado bien y que algo habían hecho mal la última vez que cambiamos de móvil,  me dijo que seguro que había sido un fallo del sistema. O sea, que la empleada que nos atendió había metido la pata, que ahora deben llamarlo así.

Pues, contra todo pronóstico el arroz con pollo salió buenísimo y eso que también lo tuneé. No le puse cebolla y calenté el Ras al hanout para que soltara todo el aroma, que me gusta más así. Tampoco le puse vino blanco porque con todo el jaleo, se me olvidó.

Ingredientes.
2 tazas de arroz.
4 tazas de caldo de pollo.
4 ó 5 dientes de ajo, golpeados y sin pelar.
1/2 pollo troceado.
Un puñado de nueces.
Un puñado de pasas moscatel, estas eran sin pepitas.
Azafrán o colorante alimentario.
Aceite.
Sal.

Elaboración.
Salpimentar el pollo, hidratar las pasas en agua. Yo las pongo un minuto o dos en el micro. Escurrirlas.
Hacer el caldo de pollo con cubitos o calentar la cantidad necesaria si tenemos caldo casero.
Rehogar el pollo hasta que esté dorado, junto con los dientes de ajo que se retiran.
Añadir el Ras al hanout y calentarlo bien para que suelte su aroma.
Poner ahora el arroz y moverlo bien para que se impregne de la grasa, a continuación las nueces y las pasas. Sazonar.
Dejar hacer durante 15 ó 20 minutos, hasta que esté cocido y seco, pero al dente.

Nota: la canción que suena en el vídeo del paso a paso la he comprado en iTunes, ya pueden estar contentos la Sra. Sinde y la SGAE, 1 euro para que se compren lo que quieran a mi salud, con mi desprecio infinito.





martes, 22 de noviembre de 2011

La comida de los blogueros ¡Por fin tengo el delantal de Canal Cocina!

Resulta que estaba yo un día revisando mis correos y recibo uno de Almudena Guisado, en nombre de Chello Multicanal, en el que me invitaba a una comida de Canal Cocina con todos los blogueros cocineros de Andalucía. ¿Cómo sabrán que tengo un blog de cocina? Pensé yo. Pues porque lo había puesto en la web de Canal Cocina, me contesté yo que tengo la buena costumbre de hablar conmigo misma cuando viene al caso, pero ya no me acordaba de que lo había puesto...
Organicé mi consulta, avisé a Conchi por si quería acompañarme, porque es de todos sabido que mi Manuel está más a gusto a su aire y no le van mucho las aglomeraciones y contesté que sí, que íbamos.
El día anterior me entró la duda de a qué hora sería el evento y ni corta ni perezosa llamé a Almudena y le dejé un mensaje en su buzón de voz, luego me disculpé por el atrevimiento, diciendo que si era al mediodía o por la noche. Lo arreglé llamando a La Reserva del Pastor, donde me informaron muy amablemente que era a partir de las 14 horas. Almudena mandó un correo a todos diciendo la hora de la comida, eso es gestionar bien el trabajo.

Y allí que nos fuimos Conchi y yo, que íbamos sobradas de tiempo pero nos encontramos en calle Larios a Aurelia, más tarde a Chon que había quedado con Aurelia para comer y... llegamos casi de las últimas a la cita. Disculpadnos.
Claro, que en el pecado llevábamos la penitencia, estaba todo el mundo allí y cuando quisimos entrar, era como que rebotábamos con los asistentes y salíamos hacia atrás¡cuántas personas y qué sonrientes todos! Un ambiente magnífico, de verdad.
Nos fuimos presentando, nos iban diciendo quienes eran y cuáles eran sus blogs y yo conocía muchos blogs. A mí no me conocía nadie, ya lo llevaba asumido, era algo así ¿Y cuál es tu blog? Guisadora Duncan, pero no me conoce nadie, jeje. Y es verdad, llevo en esto de la blogosfera desde marzo de este año, soy una recién nacida. Pero todos amabilísimos, nunca pensé que una reunión de este tipo fuera tan agradable.
Cuando hice esta foto, no sabía quién era quién, ahora ya puedo poner nombres: Ana, Ángeles, Estíbaliz, Reme, Kesito (otra Ángeles) al fondo Almudena...
Tomamos una cervecita y picoteamos chistorra y unas aceitunas que yo diría que eran aloreñas nuevas, buenísimas. El pan no lo probó nadie, que me dí cuenta yo.
Estaba yo loca por conocer a Almudena y es tan cielo como yo pensaba. A su lado había un chico al que pregunté cuál era su blog y resultó que es el jefe de Almudena, Phillippe, un encanto.
Total, que nos sentamos a la mesa, éramos muchos. Phillipe nos dijo unas palabras y fuí a hacer la foto cuando ya se estaba sentando, no estuve yo rápida.

Luego Mandi, de Canal Cocina, una comunicadora excelente.
Esta vez sí estuve yo al tanto y hasta puse el zoom de mi cámara de bolsillo, la grande no la llevé porque pesa mucho.
Y aquí están Maribel y su marido, Estíbaliz y el suyo y Reme que es más graciosa que tó. La camarera, no sé como se llamaba.

De nuevo Estíbaliz y su marido, simpatiquísimos, Ana lo más gracioso del mundo y Rafa con su super cámara de fotos. El camarero, tampoco sé su nombre.


Rafa de nuevo, pasándoselo pipa, Laurita que es un cielo y Ángeles que es divertidísima. Otra camarera.

Y por aquí tenemos a Ángeles, Kesito, Caroline y Daniel su marido. Esta vez no hay camareros.

Y esta es una de esas fotos que no esperabas. Yo queria hacer una foto de los jamones y los quesos, que esto ya no se suele ver en los restaurantes de ahora, es como un detalle retro-folclórico-estilo mesón. Y quien atrapa la atención es Kesito, con una sonrisa encantadora y un perfil perfecto ¡guapa! Esta imagen la guardo yo en Favoritos.
No subo fotos de los platos que degustamos, porque son iguales que las de los demás, que yo me reía con Conchi míra, míra, aparece un plato y todos hacemos fotos mientras seguimos charlando como si tal cosa, es algo ya automático.
Lo pasamos muy bien, la compañìa fue lo mejor, y Conchi me regañó por no tener tarjetas de visita de Guisadora Duncan, lo hizo en inglés, ella y yo hablamos en inglés sobre todo cuando me regaña, así nadie se da cuenta es muy considerada para eso, y lo hace con todo el cariño del mundo. Te prometo Conchi que me haré las Business cards ya sabes que soy un poquito desidiosa.
Mi agradecimiento a Canal Cocina por la convocatoria y a todos los blogueros por lo acogedores que son.
¡Y por fin tengo el delantal de Canal Cocina!, que nos lo regalaron en una bolsa con el logo del huevo frito, que ya cuando frío huevos los veo sobre fondo negro y todo. Y es que he conseguido premios en Canal Cocina: la camiseta, el libro de Sergio Fernández y algo más que no recuerdo, pero cada vez que el premio era el delantal que me tenía enamoradita, iba yo y fallaba. Vaya trabajera me ha costado, ¡¡gracias Canal Cocina!!

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ajo colorao, el Día de Todos los Santos y Halloween

Es tradición en mi familia poner siempre el mismo menú el Día de Todos los Santos. Esto ya se hacía así en casa de mis abuelos paternos, luego en casa de mis padres y ahora lo hacemos nosotros, de manera que nos reunimos para comer el lomo de cerdo con patatas gordas, alioli y de postre buñuelos de viento rellenos y huesos de santo. Las patatas gordas, resulta que se llaman patatas puente nuevo que he venido yo a enterarme desde que se ha puesto de moda esto de la cocina y con Internet puedes cotillear por todos sitios. Pues eso, que son patatas cortadas muy gordas, que se fríen. Vamos, las patatas gordas de siempre, que al final es como aquél del chiste que decía: "toda la vida para aprender a decir pinícula y ahora resulta que se dice flim".
Yo, que soy tradicional pero menos, hago medallones de solomillo de cerdo ibérico a la plancha, ya no hago patatas puente nuevo sino que las hago al horno al estilo de Jamie Oliver con tomillo y todo lo demás. El resto, lo sigo haciendo a la manera tradicional de los Parrondo, o sea, lo del alioli, los buñuelos y los huesos.


Tengo que confesar que también procuro poner un entrante diferente todos los años, para dar un poco de variedad al asunto, la rama supertradicional de la familia no me lo va a perdonar nunca, pero es que yo soy así y los tiempos cambian. Cada vez tenemos más confusión con la fiesta de Todos los Santos, que antes se representaba en los teatros Don Juan Tenorio y ahora va toda Málaga disfrazada como si estuviéramos en Carnavales con esto de Halloween, que se celebró justo el día antes.
Íbamos Conchi y yo de camino a un italiano donde habíamos quedado para cenar con Pepe Maldonado cuando vi un grupo de chicas vestidas como híbridos de bruja-conejita de Playboy míra qué monas, una despedida de soltera, ¿no? dije yo entusiasmada qué despedida de soltera Maricruz, que van disfrazadas porque es Halloween, mujer aclaró Conchi que está más al loro que yo en estas cuestiones. Pues era verdad, había gente con disfraces graciosísimos, a mí es que me gustan las cosas nuevas, para qué lo voy a negar.
Y cuando llegamos al italiano, estaban todos los empleados disfrazados de fantasmas, zombis y seres terroríficos. Nos recibió uno en la puerta con un disfraz de muerte, con su guadaña y todo, que hablaba muy bajito y no me enteraba yo de nada de lo que decía, que yo entiendo que la muerte susurra pero es que no había manera de entenderlo. Mientras nos llevaba a nuestra mesa, se acercó por detrás y me dió un susto de muerte, nunca mejor dicho, pero me hizo tanta gracia que le dije a Conchi que me hiciera una foto, y aquí está.

La calidad de la foto no es para que nos den el premio del World Press Photo, pero entre que estaba muy oscuro y Conchi que no podía más de la risa, así he salido que no parezco yo, que en realidad soy mucho más mona.
 Pepe se estaba retrasando, así que le dije al de la guadaña que cuando viera entrar a uno con gafas que venía solo, que le diera un buen susto para que aprendiera a no hacer esperar a las amigas. Y de repente apareció Pepe tan tranquilo junto a nuestra mesa, entró justo cuando el de la puerta estaba entretenido en asustar a otros, Pepe siempre tiene suerte, ya he contado yo que nunca se encuentra la verja de la entrada abierta cuando viene a casa, él llama directamente a la puerta.
Este año el entrante ha sido el ajo colorao, que es una especie de gazpacho que se hace en la Axarquía malagueña y está muy bueno. No detallo las cantidades, porque depende de cuántos sean para comer. Lo único importante, es que la proporción de bacalao debe ser el doble que de pan.

Ingredientes.
Bacalao en lomos desalado. Doble cantidad que de pan.
Pan del día anterior, mejor si es cateto.
1 ó 2 guindillas.
2 dientes de ajo.
El zumo de medio limón.
1 cucharada generosa de pimentón dulce de buena calidad.
Aceite de oliva.
Aceitunas verdes aliñadas.
2 huevos cocidos.
Agua.

Elaboración.
Una vez desalado el bacalao de la manera usual, ponerlo en una cazuela cubierto de agua con las dos guindillas, y calentar a fuego suave hasta que blanquee y sin que hierva el agua. Apartar y reservar el agua. Retirar la guindilla.
En ese agua, poner a remojo el pan desmenuzado.
Mientras, majar en el mortero los ajos, añadiendo el zumo de limón y el pimentón.
Pasar por la batidora el majado de los ajos, el pan ligeramente escurrido, un chorro de aciete de oliva y tres cuartas partes del bacalao. Hacer una pasta que tendrá la consistencia de un gazpacho.
Rectificar de sal.
Servir acompañado de los huevos cocidos troceados, el bacalao en escamas y las aceitunas.