viernes, 15 de julio de 2016

Vychissoise de puerro y manzana con crujiente de jamón ibérico


El cumpleaños de nuestra hermana Paloma ha sido como las bodas gitanas, que por poco dura una semana. Primero le organizamos una fiesta sorpresa un sábado cuatro días antes, con banderitas de felicidades, globos, canapés fríos y calientes, un vídeo de su vida en fotos con música de nivel casi profesional, photocall, tarta, regalos y copas. Precioso. Le cantamos cumpleaños feliz, brindamos y estuvimos un montonazo de gente, aunque sólo fuimos los hermanos, cuñados y sus hijos. Si llegan a ir los sobrinos, no cabemos todos. Después, el día exacto de su cumpleaños fuimos las tres a comer juntas. Y por último, Pili y yo le regalamos entradas para ir las tres a ver, el viernes siguiente, el musical "Mamma Mía!" que lo están representando en el Teatro Cervantes.

Lavar y trocear puerros y manzanas
Triturar a vel. 4, 15 min.











Quedamos a las 8:30 de la tarde en la Plaza de la Merced - donde nació Picasso -, para ir al Mercado de la Merced a tapear antes de la función que empezaba a las 22 horas. Han reformado el mercado y por las tardes-noches hay cantidad de sitios para comer que tienen de todo: brochetas, montaditos, pinchos, tortillas, mariscos, ensaladillas rusas..., y casi todo con queso, que ya sabe todo el mundo que soy muy rara y no me gusta el queso. Y lo que no lleva queso, lleva germinados, que tampoco me gustan. Aparte de eso, como de todo. Bueno, tampoco me entusiasman los risottos ni los steaks tartar, pero de verdad que como de todo. Ya no hay mesas para sentarse en sillas normales, se han puesto de moda esas mesas altas con unos taburetes también altos, y tengo que dar un salto para subir, después aguantar allí arriba como gallina en el palo del gallinero, y al final no me bajo como todo el mundo, yo me tiro al suelo en vertical agarrada al bolso y que sea lo que dios quiera.

Añadir 30 gr de aceite de oliva. Cocer 10 min
 Varoma vel 1
Añadir caldo de pollo, salar y cocer
20 min. 100º, vel 1












A las diez menos diez estábamos entregando las entradas que ya no son tickets. Como se compran por Internet, vas cargada con tres hojas tamaño folio que has sacado tú misma por impresora, con un  código de barras para que lo escaneen, donde también aparecen anuncios de otros espectáculos. Da la impresión de que es una entrega de credenciales en toda regla, sólo faltan los maceros del Ayuntamiento. Subimos a nuestra platea y nos sentamos. Pili no oye bien del oído derecho, yo no oigo bien del izquierdo, por lo que si no se sienta a mi derecha, nos pasamos todo el rato preguntándonos qué decimos. Paloma oye bien, hace de intérprete, menos mal. Pili me preguntó qué tal me iba con la nueva (la anterior trabajadora se despidió por WhastApp) y contesté:
- ¿La nuera?¿Qué nuera? -. Conmigo, si no tengo cuidado, las conversaciones suelen ser así.

Anunciaron por megafonía que empezaba la función, rogaban que pusiéramos los móviles en silencio y que, por favor, no se tomaran fotos ni se grabara nada. La gente no hace caso y las acomodadoras se pasan todo el espectáculo llamando la atención a los indisciplinados, qué vergüenza. Salió el director de orquesta. Aplaudimos. Los músicos se supone que estaban en el foso, pero no se vieron en ningún momento. Es un foso-foso de verdad. Yo orienté mi oído bueno, Pili hizo lo mismo con el suyo y Paloma mantuvo la cabeza en una posición normal. Una función preciosa, todas las canciones de Abba con una historia como hilo conductor. Una gran profesional, Nina, con una voz formidable. Todos los actores sensacionales.

Colocar el jamón sobre papel de horno
Cubrir con papel de horno











Las plateas están muy cerca de los asientos del patio de butacas. Estaba intentando calcular cuántas localidades estaban ocupadas cuando vi a una mujer de mediana edad, regordeta, rubia con el pelo corto, vestida con una especie de Petite robe noir, un collar de cuentas largo, estilo años veinte, que se contoneaba al ritmo de la música, canturreaba, movía los pies a compás y sonreía encantada de la vida. Se fue animando y ya casi bailaba, se reía y parecía estar en el séptimo cielo. Giré la cabeza hacia mis hermanas y debía tener tal cara de asombro que se echaron a reír.
- ¿Habéis visto a esa señora de ahí?
- Hemos visto la carita que has puesto.
- Uy, uy... Es un poco rara, ¿no? Mirad las cosas que hace... se va a poner a cantar a voz en grito de un momento a otro...
- Lo mismo es familia de alguno de los actores.
- Mira, mira, se sabe todas las letras de la canciones.
- Ay por favor, qué cosa. ¿Por qué tendré yo que tropezarme siempre con gente rara? Ni siquiera en mis momentos de ocio voy a estar tranquila, será posible.


Poner un peso encima, una bandeja
en este caso
Entrar al horno a 220º, 20 min aprox.












Y ya nos dio la risa floja para toda la primera parte, que teníamos un ojo en el escenario y otro en la señora desinhibida, que se estaba viniendo arriba una cosa mala. Además los asientos a su izquierda y derecha estaban libres, con lo que se la veía muy bien.
- ¿Y por qué aplaudimos ahora? -, dije en un momento no era como para liarse a ovacionar de esa manera.
- Yo qué sé, como ella se ha puesto a aplaudir, ¡pues todo el teatro detrás!
- Esa es de la clac -, afirmó Pili con aplomo.
- Venga ya - me asombré yo -, ¿pero eso existe todavía?
- Lo que yo te diga. Rafael y yo conocimos a una cuando fuimos a un concierto de Serrat. Estaba lo mismo que esta, que hasta lloró y todo.
- ¿Y eso cuándo fue?
- Pues a ver... Todavía éramos novios y Serrat era joven, así que hace bastante tiempo.
Paloma y yo nos tuvimos que agachar en la platea para que no nos vieran llorar de la risa. Sencillamente, no podíamos parar. Es muy complicado y cómico, reírse bajito para no molestar a la audiencia, con lo que te da más risa y entras en una dinámica imposible de romper.

Dejar enfriar y partir con las tijeras


El intermedio duró veinte minutos, así que nos dio tiempo a ir al baño,  y a comprar botellines de agua a toda prisa porque nos entró la sed a cinco minutos de acabarse, y a tratar de sosegarnos. Cuando empezó otra vez, rodearon a la aludida unos cuantos amigos en plan guardia pretoriana, y no la dejaron desmadrarse en ningún momento. Una pena, porque por esta vez, el espectáculo estaba en el patio de butacas.


Vivchyssoise de puerro y manzana con cujiente de jamón ibérico

Ingredientes.
4 puerros de tamaño regular, sólo la parte blanca.
4 manzanas tipo golden.
30 gr de aceite de oliva.
700 gr de caldo de pollo.
3 ó 4 lonchas de jamón ibérico.
Sal.

Elaboración (Thernmomix)
Lavar y trocear la parte blanca de los puerros.
Lavar, descorazonar y trocear las manzanas con la piel.
Triturar a velocidad 4, durante 15 minutos aproximadamente.
Agregar los 30 gr de aceite de oliva. Cocer durante 10 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
Bajar lo que quede en las paredes del vaso, salar y verter los 700 gr de caldo de pollo. Cocer 20 minutos, temperatura 100º, velocidad 1.
Enfriar en el frigo o servir templada.

Crujiente de jamón.
Disponer las lonchas de jamón bien extendidas sobre una hoja de papel de horno, en la fuente del horno.Cubrir con otra hoja de papel de horno y poner un peso encima, en este caso he puesto una fuente de barro.
Cocer a 220º, calor arriba y abajo, durante 20 minutos aproximadamente.
Dejar enfriar y cortar con las tijeras al tamaño que queramos.
Emplatar y servir.

Nota. Se puede añadir al momento de servir, un poco de nata, leche evaporada o yogur blanco. No lo pongo, los lácteos no son lo mío.




martes, 12 de julio de 2016

Ensalada cateta


Tener mascotas engancha. El que lo prueba, repite. Menos yo, que lo pasé tan mal cuando se murió nuestra gatita Flor que ya no quiero volver a pasar por lo mismo. Estuve tres días llorando sin poder parar, y tenía que salir a la calle a ver si me contenía un poco. En una de esas me encontré en un gran centro comercial, en una tienda de mascotas, todavía no sé cómo llegué allí. Sólo recuerdo que estaba frente a las latas de Whiskas gran selección paté con atún, llorando como una Magdalena y no era porque tuvieran mala pinta ni porque fueran muy caras, es que era lo único que comía que no le hubiera preparado yo. Era una gourmet mi gatita. Nada de comida enlatada.

Mi vecina Paula es de las que siempre tiene mascotas, perros en concreto. Cuando el último pasó a mejor vida, poco tardaron ella y su familia en adoptar otro. A Paula le saltó en Facebook un anuncio de una señora de El Rincón de la Victoria que se dedica a recoger perros abandonados o que la gente no quiere porque los suyos han tenido camadas y no saben qué hacer con ellos. Ella los vacuna, les pone chip y los alimenta hasta que encuentra un hogar adecuado. Publica un anuncio con foto del sujeto en cuestión y un número de contacto. A Paula le dio pena la carita triste del perrito y llamó.
Le dijo que primero tenía que ver la casa y conocer a la familia, no le deja los animalitos a cualquiera. El día señalado estaba todo en perfecto estado de revista. Comedero nuevo, pienso recién comprado, cama para la mascota y ellos con toda la ilusión del mundo. Una vez pasada la inspección, el nuevo miembro de la familia ya se quedó con ellos. Le llamaron Tobías. Pronto empezaron a notar comportamientos raros. Tobías directamente se metió bajo las faldas de la mesa camilla del salón y no quería salir. Tampoco quería ir a la calle. Algo pasaba.

Pelar, trocear y lavar las patatas
Hervir en agua caliente con sal y laurel











Paula llamó a una educadora de perros a domicilio que llegó a ver el estado de Tobías. Estuvo un rato atisbando tras enrollar las faldas de la camilla. Emitió su diagnóstico: ansiedad. Y dijo que necesitaba un adiestramiento con Clicker. Un clicker es un objeto con una lengüeta metálica que al presionarla hace "click", de ahí el nombre. Eso ya existía cuando yo era pequeña e iba al colegio, pero lo llamábamos "ranita", porque tenía forma de rana pequeña. Lo usábamos con afán malévolo en clase y era esos días en los que nos quedábamos sin recreo. Por lo que me contó Paula, es un método conductista en el que se asocia un estímulo a una respuesta. En la primera fase que llaman "cargar el clicker", se da un click, y se presenta la recompensa que es una golosina.

- ¿Qué golosina le gusta más a Tobías?
- Los piquitos de pan.
- Eso no me vale.
- Es que eso es lo que le gusta, qué le voy a hacer yo.
- Bueno, pues vais a comprar unos stickers - vulgo palitos -, que hay con sabor a pollo, ternera..., para usarlos como recompensa. Lo partís en quince trocitos y tenéis que repetir: Click - trocito de stick; quince veces por la mañana y otras tantas por la tarde. Una vez que lo haya asimilado, pasamos a la segunda fase. Se trata de asociar una orden a lo del click y la quinceava parte del palito, que dice Paula que no entiende lo de exactamente quince trocitos si el perro no sabe contar. La primera orden fue "Sienta". Esto lo aprendió pronto. La siguiente fue "Tumba" y ahí ya tuvieron el problema. Tobías no se tumbaba por nada de este mundo. Así que tienen que coger al perro, levantarlo en el aire y tumbarlo patas para arriba. Ahora la ansiedad la tienen ellos, aparte de agujetas en los brazos. Esa evaluación le queda para septiembre. También dictaminó que debían observar mucho a Tobías. Han quitado las faldas de la camilla. Entonces se mete debajo de una mesita rinconera que hay entre los dos sofás. Esa no tiene falda.

Lavar las verduras
Trocear











Dijo la educadora que tenía que salir a la calle quieras que no, y como los dueños de mascotas son muy afables entre ellos, todos se paraban a ver a Tobías.
- ¡Oh, qué mono! ¿Y el otro perro? -, y venga a querer acariciar al perrito, que reculaba para atrás y temblaba.
- Tuvimos que sacrificarlo.
- Ay, vaya por dios. ¿Y a este qué le pasa?
- Que tiene ansiedad. Mejor que no lo toquéis que se pone fatal, lo estamos adiestrando.
Y todos con cara de sentirlo mucho, empáticos perdidos. Desde entonces, preguntan por los progresos y piden permiso para tocarlo, por si todavía no se puede.

Trocear las patatas cocidas


Hace tres semanas lo llevaron al parque al recinto para perros. La adiestradora le dijo al marido de Paula que él tenía que ir también porque no se estaba involucrando y eso no podía ser. El recinto para perros está dividido en dos zonas. Una para los perros de menos de diez kilos y otra para los de más peso. Tobías pesa dieciséis kilos, así que a la zona de los chicos grandotes de cabeza. Allí estaba la seño en plan susurradora de perros, que aprovechaba esos momentos para instruir a  sus otros alumnos caninos. Al ratito de estar en clase, apareció una niña con dos perritos pequeños que, saltándose las normas a la torera como es normal en este país, entró en el recinto de los grandes. Uno de ellos, tamaño XXL, salió como una bala y agarró a uno de los pequeñines del cuello con su bocaza, mientras lo sacudía como un juguete.

Aliñar, emplatar y servir


Se armó el alboroto, los perros corriendo y ladrando, la gente gritando y Tobías escondido con un tembleque tremendo. Un señor fue a socorrer al perrito y en la batahola terminó con el polo roto. Llamó a la Policía Local que se presentó inmediatamente, y puso una denuncia todo sofocado. ¡Vamos con el animal, que me ha roto el Niqui (*) y tó! Cualquiera le quita ahora el susto del cuerpo al pobre Tobías. Me parece a mí que como no recurran al Trankimazín, lo van a tener muy difícil.

(*) Durante un tiempo se llamó "Niqui" a los polos de Lacoste porque en Alemania los llamaban así y en España se conocieron gracias a los emigrantes de los años 60. Aún hay personas mayores que usan esta denominación.

Ensalada cateta
Típica de los Montes de Málaga, básicamente es una pipirrana con patatas cocidas y huevo duro. Se hace con atún en conserva o bacalao, Hay quien le pone pimiento morrón. No confundir con la ensalada malagueña de bacalao.

Ingredientes. No doy cantidades, sólo hay que ser cuidadoso en que ningún ingrediente destaque sobre                          los demás.

Patatas.
Pimientos verdes de freír.
Tomates de ensalada rojos.
Cebolla tierna o cebolleta.
Pepinos.
Huevos cocidos.
Atún en aceite de oliva.
Aceitunas negras, o verdes. Pueden ponerse de las dos clases.
Vinagreta para aliñar.

Elaboración.
Pelar y partir las patatas en gajos grandes. Cocer en agua caliente  y sal alrededor de 15 minutos, yo añado una hoja de laurel. Escurrir y dejar entibiar.
Lavar y trocear las verduras y las patatas. Suelo dejar un pepino con la piel, me gusta el toque crujiente.
Trocear los huevos cocidos al mismo tamaño que el resto de verduras o dejar en cuartos.
Añadir el atún, reservando el aceite para el aliño, y las aceitunas.
Hacer la vinagreta con el aceite del atún y siguiendo las proporciones de 3 partes de aceite por 1 parte de vinagre.
Aliñar, emplatar y servir a temperatura ambiente o fría.