jueves, 30 de octubre de 2014

Bacalao dorado y una mañana de cuento.


Desde que aparecieron los smart-phones, las salas de espera de los Centros de Salud ya no son lo que eran. La mayoría de la gente anda dando toquecitos y pellizquitos a las pantallas, ni te miran. Con lo bien que lo pasábamos antes oyendo los males de todo el mundo, las operaciones, los resultados de los análisis clínicos que ya entendíamos de colesterol, niveles de glucosa, y hasta de partos por cesárea y demás historias truculentas.
Pues ahora ya no dan números; ahora dan horas y minutos. De modo que tú no tienes el número 15, ahora tienes 'las y veinte',por ejemplo, lo que es un jaleo para mí, que nunca sé cómo preguntar lo de la hora.

Los ingredientes
Freír las patatas paja










- Buenos días, ¿Quién está dentro? - pregunté la semana pasada.
- La doctora - contestó alguien mientras hacía cosquillas a su móvil. Ahí lo llevas, pensé yo, por hacer preguntas tontas.
- Quiero decir, qué hora está dentro -. Ahora es cuando me dicen que no es una hora, que es una persona quien está dentro, ya verás.
- Las y media -. Ah, pues mira, esta vez era esa la pregunta, dije yo entre mí.
- Uh... como ya son menos cuarto...
- Sí, es que va con retraso. Claro, como dan cita cada cinco minutos, uno de estos días, esta pobre mujer, la doctora digo, va a salir como el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas, que siempre va tarde. Me senté y me puse a dispuse a pasar el rato en compañía de los fanáticos de los móviles y la gente normal, como las señoras que van a las consultas con el carrito de la compra.
- Si llego a saber que tarda tanto, habría hecho la compra, me habría dado tiempo -, dijo una.
- No hay nada interesante, ¿Alguien sabe por qué el marroquí no ha abierto hoy? -,dijo otra que, por lo visto, ya había comprado.
Perfecto, ahora teníamos hasta un sombrerero loco, con acertijos y todo...

Añadir el bacalao desalado
Sofreír la cebolla











Al ratito, llegó una señora mayor.
- ¿Quién tiene menos cuarto? Nadie, estuve a punto de decir yo, porque ya eran las diez, pero no dije nada, no iban a entender esta lucha sin sentido que me traigo yo con las horas.
- Yo -, dijo una señora rubia.
- Entonces, yo voy detrás de usted, tengo las menos diez-, apuntó la nueva.
- NO -, aclaré yo. - Usted NO tiene las menos diez; las menos diez la tengo YO. 
- A mí me han dado la cita por teléfono.
- A mí también.
- Yo es que soy de D. Antonio.
- Yo también -, contesté yo. D. Antonio es nuestro médico de cabecera, pero como está de vacaciones, la doctora se hace cargo de nosotros, que al final estamos allí como de prestado.
Así que le aguanté la mirada y aquéllo se convirtió en una escena tipo Alicia y La Reina de Corazones, cuando alguien dijo desde su móvil,
- Es que a veces se equivocan y dan la misma hora a dos personas. 
- Pues me da igual, a menos diez entro yo -, avisé a mi contrincante que, rápidamente y por sorpresa, cogió carrerilla, abrió la puerta de la consulta y se metió dentro.

Los huevos batidos
Por último, las patatas











 Momento que aprovechó uno de los carritos para salir andando.
- Su carrito se le escapa-, avisé.
- Es esa señora, que le ha rozado. 
- Oh - fue lo único que pude articular, mientras pensaba: ahora es cuando sale y dice aquéllo de 'que le corten la cabeza'. Salió Su Majestad a los pocos segundos y me miró de nuevo.
- Le he preguntado a la doctora y lo ha mirado en el ordenador. Tenía usted razón: tiene menos diez y yo menos cinco.
- Ah -. Me había vuelto monosilábica de la impresión.
- Para que vea que le he  hecho el favor de preguntar si le tocaba a usted o no. 
- Muy amable, muchas gracias -. Le sonreí, que no hay que fiarse de una persona que tiene esos arranques.
- No me dé las gracias, no las merece-, me contestó toda sonrisas, como el gato de Cheshire. Yo casi rebusco en el bolso el hongo que hace crecer, por si las moscas.
- ¿Por qué hora va?-, dijo un señor recién llegado.
- Como diga usted que tiene menos diez, ¡me tiro al suelo!
Hasta los móviles empezaron a reírse.
Cuando me tocó, la doctora comentó que hacía un ratito que entraba la gente muy sonriente, qué bien.
- Es que los de D. Antonio somos muy animados-, dije yo rematando una disparatada mañana de cuento en la Seguridad Social.


Bacalao Dorado

Ingredientes.

300 gr de bacalao desalado y desmigado.
400 gr de patatas paja.
5 ó 6 huevos.
300 gr de cebolla en juliana.
Pimienta negra.
Aceitunas negras. Opcional. No tenía el día que hice la receta.

Elaboración.

Pelar, lavar y rallar las patatas para freírlas en patatas paja. (*)
Una vez fritas, reservar.
Sofreír la cebolla en un fondo de aceite y cuando esté blanda y transparente, añadir el bacalao.
Dar una cuantas vueltas hasta que coja cuerpo, procurando que no se seque.
Incorporar ahora los huevos batidos ligeramente y revolver a fuego bajo.
Moler pimienta negra por encima.
En el último momento, las patatas paja y dejar que se unan a la preparación.
Emplatar y servir.

(*) Para mi gusto, lo que todo el mundo llama 'patatas paja' son patatas cerilla. Siempre he hecho las patatas paja rallándolas, y una vez fritas, son mucho más ligeras que las otras. 
Lo explicaré en otra entrada.



10 comentarios:

  1. Te han quedado estupendas esas patatas ralladas, la próxima vez me animaré a rallarlas yo también, aunque no he rallado nunca patatas. Ya te contaré... Aquí en Sevilla, en el médico, no sólo te dan una hora como por ejemplo, las 9:10h, sino que a más de uno le dan la misma hora y entonces te asignan también un número de órden, el 2, el 3... un lío, vamos, jejej

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    1. Son muy fáciles de hacer, están buenísimas pero tienen su 'truki', como casi todo...
      Pues yo en Sevilla, ya loca del todo jajaja.
      Besitos

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  2. Pero que me gusta el bacalao y el dorado ummmmm (salibando)
    Yo, en mi vida he ido tanto al médico como ahora para mis padres y es cierto lo de la hora. Menos mal que la de la menos cinco ha sido honrá (risas sarcáticas) jajajajajaja y muy bueno lo del carro andante.
    Mi reguapa ojazos, ya te echába de menos por aquí.
    Un besazo!!!!!!!!

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    1. Yo hacía mucho que no iba al médico, y cuando me encontré con lo de la hora, me dio como un bloqueo espantoso!
      Y siempre hay alguien que dice que tiene tu hora, ofú.
      Es verdad que hace casi dos meses que no subo recetas, es que el tiempo se va en un soplo, mi Kesito guapa.
      Muchos besitos.

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  3. Jajaja!!!! La vida misma, lo del centro de salud es entretenidísimo. Echas la tarde, pero qué bien te lo pasas. Y para eso, si dices que has sacado la cita por Internet: te abuchean ("¿Y usted porqué no tiene papel?")
    Y el bacalao dorado es un vicio...ñammmm.

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    1. Como que yo ya no discuto, pero esta vez la Reina de Corazones me dio un susto que no veas jaja.
      El bacalao, sea de la manera que sea, me encanta.
      Besitos

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  4. Ante todo...una delicia de receta que no conocía. Todos los días se aprende algo; muchas gracias por ésta aportación.
    La historia, tu historia....de pelicula. Una vez más nos hace acompañarte en ésos momentos auténticos, pero que tu lo haces divertido...real como la vida misma, pero divertidos.
    como cambia el mundo..no sólo en las consultas médicas, hoy en día la gente va unida a un aparatito llamado "móvil" del que no se despegan ni para.....
    Por cierto, créeme, cada vez que he leido "paja"....entendía "jaja"...o mejor dicho mi pensamiento estaba ya predestinado a que me hicieses pasar un momento agradable leyendote y que mi estomago al mismo tiempo haga un ruido impresionante del que se están dando perfecta cuenta quienes me acompañan en estos momentos....¿se rien por el ruido del hambre viendo tu receta o porque yo me rio mientras disfruto de tu compañía virtual?.
    Besitos y buen fin de semana....

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    1. Toñi, para mí es todo un honor que me des las gracias por la receta, gracias a ti de quien siempre aprendo un montón.
      Y sobre todo, el hecho de que te rías, siempre digo que es lo que más me gusta de mi blog, que os reís conmigo y mis tonterías.
      Besitos y buen finde, guapa.

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  5. Jajaja, qué buena eres como guisadora y como cuentista, me encanta lo que cuentas y cómo lo cuentas. Cada vez que te leo me engancho más a la cocina y a tus relatos. Un besito, mi guisa favorita

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    1. Manoli, me alegras el día!!
      La próxima vez que vaya por Sevilla, tenemos que reunirnos con Mari y Conchi, lo vamos a pasar de lujo. Tengo ganas de darte un abrazo, mi pariente favorita.
      Muchos besitos.

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