domingo, 4 de septiembre de 2011

Arroz negro de choco (jibia) y el castigo de Samuel


Este plato lo hizo Maricarmen en El Puerto, un día que Miguelito estaba loco por probar una tabla de bodyboard que le habían comprado sus padres Berenice y Beni. Berenice es sobrina de Maricarmen, los tres pasan el mes de agosto en la casa. Miguelito tiene siete años, es un encanto de niño.
Samuel es el hijo de Maricarmen, se lo pasa estupendamente con Miguelito y está casado con María Eugenia, una jerezana con la que nos reimos muchísimo.
Todos ellos son los treintañeros del grupo de El Puerto que, según Maricarmen, parecemos los de Mi familia y otros animales de Gerald Durrell, no diría yo que no...
Pues ese día todos teníamos cosas que hacer, así que Maria Eugenia viendo la ilusión que tenía el niño con su tabla nueva, dijo a Samuel que los llevara a la playa, pero a Samuel no le gusta la playa ¡vaya por Dios! De todas maneras, ella insistió y allí que se fueron los tres, Miguelito sonriente con la tabla ya amarrada a la muñeca y todo.
Cuando volvieron, estábamos solos Manuel y yo, Maricarmen había salido al super. ¡Hola cielo! ¿Cómo te lo has pasado?, dije yo al verlo entrar en la cocina. Muy mal, dijo el niño mientras salía al porche y se sentaba en el jardín con cara de cabreo, Samuel no sabe tirarme a las olas como mi padre, me ha tirado contra la más grande y luego me ha sacado tirando de la tabla, que yo iba detrás amarrado y por poco me ahogo.
Y debía ser verdad, porque María Eugenia venía regañando a Samuel, anda que tú también, mira que hacerle esas cosas al chiquillo... y Samuel, como si la feria no fuera con él, se fue tan tranquilo al jamón y empezó a cortar unas lasquitas que nos comimos de tapa mientras yo vigilaba el guiso de choco.
Miguelito debía estar pendiente, porque cuando volvió Maricarmen del super, oyó el coche antes que nadie, salió pitando a la puerta, metió la cabeza por la ventanilla, contó el suceso y pidió justicia como un desesperado Tita, tita, Samuel me ha tratado muy mal, tienes que castigarlo, hazle algo ¡hazle algo! Después de conocer con todo detalle las maldades de su hijo, un abogado con despacho en Madrid, parece mentira, Maricarmen pensó un momento y dijo que, en castigo, no iba a dejar que Samuel repitiera del arroz negro con choco que estábamos preparando, el que la hace, la paga.
En la sobremesa, cuando el niño ya estaba durmiendo la siesta, María Eugenia nos contó riendo que Samuel, cuando ella insistía en llevarlo a la playa le dijo vale, vamos a la playa pero yo a este lo ahogo un par de veces y ya verás qué pronto estamos de vuelta. Ay Samuel, qué vamos a hacer contigo...

Ingredientes para el guiso de choco.
1 choco (jibia) troceado.
1 tomate troceado.
1 pimiento troceado.
1 cebolla troceada.
2 dientes de ajo pelados y troceados.
1 vaso de vino blanco.
La tinta del choco.
Sal.

Para el arroz.
2 puñados de arroz por persona.
Caldo de pescado.
1 ó 2 dientes de ajo.
Aceite de oliva.

Elaboración.
Estofar el choco poniendo todos los ingredientes en crudo. No hace falta añadir agua, el choco soltará la suya y queremos una preparación cremosa.
Calentar la tinta del choco en un poco de agua y llevar a ebullición para que espese. Se puede añadir un vaso de vino blanco. Agregar al guiso del choco, una vez esté listo. Dejar reducir todo.
En una cazuela amplia, dorar uno o dos dientes de ajos en trocitos y morear dos puñados de arroz por persona más otros dos por si alguien quiere repetir, exceptuando a Samuel.
Calentar el caldo de pescado y añadir el doble de caldo que de arroz, es un arroz seco.
Dejar hacer entre 15 y 20 minutos. Reposar y servir.






2 comentarios:

  1. ¡¡ Hay que portarse bien !! Merece la pena repetir....qué cosa más rica !!!
    Me encanta la jibia con arroz y realmente la has preparado de maravilla.
    Un beso

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  2. Carmen Rosa, guapa!! Qué tal el mes de agosto? Gracias por el comentario, me gusta que me déis feedback :)
    Besitos

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