En Andalucía, también llamada la Tierra de María Santísima - dice mi Manuel que eso es porque nos creemos que la Virgen María nació aquí - vivimos la Semana Santa de manera especial, y no es que sea mejor, es que es distinta. Para empezar, es intensamente emotiva, las calles se llenan de gente y todo se ciñe a las procesiones de cada día, de todos los días.
Lo de Málaga, puede parecer escandaloso a los que vienen de otros sitios de España y aún más lejos, que aquí ha venido siempre mucha gente desde los sitios más insospechados y a todos los hemos recibido como si fueran de la casa de al lado. A Gerald Brenan que vivió hasta su muerte en Alhaurín El Grande, le llamaban Don Geraldo, sin ir más lejos, y nadie se rasgó las vestiduras por tamaña familiaridad.
Porque los malagueños, nos echamos a las calles de manera masiva para ver las procesiones, y le damos un cierto aire festivo que asombra. Hay carritos de chuches por todos sitios, que venden algodón de azúcar, limones cascarúos, chupetes de caramelo. A los niños se les compra tambores pequeñitos para que vayan ensayando, y hay mucha bulla. Los chiquillos van una y otra vez a pedir cera a los nazarenos que se pasan todo el rato atendiendo las demandas infantiles, y hasta se hacen amigos semanasanteros, que se ven de año en año.
En Málaga somos tan especiales, que una Virgen es la Novia de Málaga, un Cautivo es el Señor de Málaga, de la Misericordia se ocupa un Chiquito perchelero, los gitanos cantan y bailan tras un Moreno amarrado a una columna, levantamos los tronos a pulso en La Tribuna de los Pobres, la Legión hace guardia y acompaña al Cristo de la Buena Muerte, mientras la Armada canta la salve marinera a Nuestra Señora de la Soledad; la Virgen de las Penas se arropa con un alegre manto de flores frescas, una imagen con la cruz a cuestas con la advocación de El Rico, libera y bendice con su brazo articulado a un preso; y alfombramos las calles con romero el jueves santo para La Esperanza.
En Málaga no hay pasos, hay tronos. No hay porteadores, sino hombres de trono y los que van detrás de cada trono, no son promesas, se llaman penitentes, como está mandado.Los malagueños jaleamos sin pudor a nuestros Cristos y Vírgenes, a las que llamamos guapa todas las veces que haga falta, y nos rompemos las manos aplaudiendo mientras lloramos a moco tendido de emoción, sobre todo, si acaba de sonar una saeta. En Málaga, las imágenes van al paso, caminan e incluso se mecen; hay momentos para vítores y también para la solemnidad.
El Cautivo en la Tribuna Oficial
El que levanta más pasiones, es El Cautivo que sale el Lunes Santo y lleva miles de penitentes tan acérrimos, que una vez quise pasar entre ellos para cruzar de una acera a otra, y unas mujeres se liaron a bolsazos conmigo, se creían que me quería colar, qué poca caridad cristiana.
Hay tres maneras básicas de ver las procesiones: en las tribunas y sillas del recorrido oficial; desde los balcones de amigos y hoteles; y callejeando, que son los que pululan y cruzan entre los nazarenos, y van buscando los mejores sitios para ver tal o cual procesión, encierro o encuentro de unos con otros. Y claro, toda la noche en la calle, yendo de un lado a otro, o sentado viendo pasar las procesiones, la gente tiene que entretenerse de alguna manera, de modo que los bares, cafeterías, tabernas, churrerías y demás, están abiertos, más que nada por aquéllo de socializar, que por aquí nos gusta mucho. Un año tomé chocolate con churros a las cuatro de la madrugada y me dio una gastroenteritis malísima, que me duró tres días. Desde entonces, hago dieta blanda en las procesiones.
Los malagueños, pueblo antiguo y sabio, sabemos combatir el Tánatos a base de Eros; optimismo, sentido del humor, alegría y ganas de vivir. Debe ser por eso que el lema de la ciudad de Málaga es "La primera en el peligro de la Libertad, la muy Noble, muy Leal, muy Hospitalaria, muy Benéfica y siempre Denodada Ciudad de Málaga", que aparte de ser muy largo, es totalmente cierto. Somos hospitalarios y acogedores. No es de extrañar que vivamos la Semana Santa como una gran fiesta, que es de lo que se trata, de celebrar el equinoccio de Primavera, si eso no es ser sabio, que venga Dios y lo vea.
Esta receta de buñuelos de bacalao, es una modificación de la que aparece en el libro "1080 recetas de cocina" de Simone Ortega. Se trata de una pasta Orly a la que añado ajo y perejil.
Ingredientes.
1/2 kg de bacalao desalado.
250 gr de harina.
1 cucharada de brandy.
1 cucharada de aceite de oliva.
1 cucharadita de levadura Royal.
1 yema de huevo.
2 claras.
1 ó 2 dientes de ajo.
Perejil.
Aceite de oliva.
Agua.
Sal.
Elaboración.
En un cuenco, poner la harina con la sal y la levadura. Añadir la yema de huevo y remover.
A continuación, el brandy y el aceite.
Después, el agua fría poco a poco e ir removiendo hasta que parezca una papilla clara. Dejar reposar dos horas.
Añadir entonces, las claras montadas a punto de nieve firme poco a poco, y mezclar con movimientos envolventes desde abajo hacia arriba.
Freír en abundante aceite de oliva, por tandas, a temperatura medio-alta.
Escurrir y servir con un ali-oli suave o con una ensalada.
¡¡ Precioso, Mª Cruz, realmente precioso !! Me has emocionado, has descrito en pocas palabras el sentir malagueño en éstas fechas.
ResponderEliminarOlé tus palabras y ole, ole y ole esos buñuelos de bacalao, tan de nuestra tierra.
Un abrazo.
Gracias Carmen Rosa!
EliminarQue una malagueña por los cuatro costados como tú se emocione con esto, me gusta, ole :)
Muchos besitos, guapa
No se puede contar mejor el sentimiento malagueño, mi madre hacia buñuelos de bacalao y yo los odiaba, y ahora me encanta, lo que son las cosas.
ResponderEliminarFeliz Semana Santa
Gracias, Reme!
EliminarSi yo te contara las comidas que no me gustaban de pequeña y ahora me gustan, no acababa nunca!
Feliz Semana Santa también para ti.
Besitos
Como siempre te sales del molde tanto en el prologo como en la receta, empezaremos por el prologo como tu: una pasada vuestra Semana Santa, no la conozco en vivo y en directo pero por lo que se ve en TV es alucinante esos Tronos tan inmensos que hay veces que no me llego a explicar como pueden entrar por algunas calles, e incluso el entrar y salir de los Templos debe ser digno de admirar, es algo que tengo en mi lista de pendientes de conocer cuando buenamente pueda (tu ya sabes), y que cierto es que en Andalucia la Semana Santa es Fervor, Sentimiento y Penitencia pero lo mejor de todo es que cada Provincia lo vive de una manera singular y al mismo tiempo peculiar. La receta como siempre en ti buenisima y super fácil, jamas se me hubiese ocurrido lo del brandy, en mi casa mi madre las hacia igual pero la verdad lo del brandy no creo que se lo hechase o al menos yo no lo recuerdo ni tampoco lo de las claras montadas, si recuerdo que mi madre había veces que hacia la pasta Orly con cerveza, bueno voy a parar que mas que un comentario parece un "revele su rollo", solo decirte que ya estas tardando en subir esas recetas que tienes pendientes. Un beso Guisadora
ResponderEliminarJuan Carlos, lo de pasar por algunas calles estos tronos, es milagroso; y de los templos, imposible. Se trasladan las imágenes desde las iglesias hasta las casas hermandades. Antes, las cofradías montaban todos los años un tingladillo donde armaban los tronos, porque son tan grandes, que no cabían en las iglesias, claro. Ahora, casi todas tienen una casa hermandad como Dios manda, con unas puertas enormes, que si no, no hay manera...
EliminarAsí que tenemos primero los traslados, que también va la gente a verlos y cantan saetas y todo. Vamos, como el aperitivo antes de la comida, será por procesiones hijo mío!
Bueno, que en cuanto puedas, te vienes a verlo todo, que tienes casa en Málaga, ya lo sabes, guapo.
Besitos, gaditano
Desde luego da gusto leerte. Lo de la Semana Santa en Málaga que cierto es. Recuerdo que al principio de salir con mi marido fui con la banda de música donde tocaba antes (ahora toca en otra) a hacer el traslado del Cautivo desde su iglesia al Hospital Civil y por poco llego entera, me impresionó muchísimo. Desde entonces cada vez que lo veo en procesión o en la tele me emociono una barbaridad.
ResponderEliminarY la receta estupenda, ¿a quien no le gustan unos buñuelos de bacalao?.
Disfruta de la Semana Santa.
Besos.
Mari Carmen, ya puedes encargar una camiseta que diga "yo sobreviví a la visita del Cautivo al Hospital Civil", porque mira que se amontona gente!! Y es emocionante, de verdad.
EliminarComo también tiene que ser emocionante tocar en una banda de música, como hace tu marido :)
Gracias guapa, buena Semana Santa para ti también.
Besitos.
Mari Cruz, eres única. Has definido fielmente cómo es el sentir malagueño en la Semana Santa, cómo nos comportamos. Me has emocionado, y eso que no soynde la que van a ver la Semana Santa, pero me siento identificada con mi tierra y con costumbres, aunque a veces no participe de ella.
ResponderEliminarMi madre nunca a hecho buñuelos, sino tortillitas, aunque sí que los he probado en otros sitios. La diferencia no es muchas. Seguro que los tuyos están de categoría.
Un beso grande
Gracias, Laurita guapa!
ResponderEliminarNo hace falta ser "semanasantera" para ser una malagueña de los pies a la cabeza como tú. Ole las boqueronas!!
Tienes razón, tortillitas o buñuelos, el caso es que están buenísimos.
Muchos besitos
Guisadora, solo puedo resumirlo en una palabra: AMEN.
ResponderEliminarSaludos.