viernes, 16 de marzo de 2012

Judías blancas guisadas, La Portuguesa y las patatas


Tenía La Portuguesa un puesto de frutas y verduras en el mercado al que yo iba desde que me casé. Allí compartíamos tiempo de espera, charlas y más de una receta las demás clientas y yo. Era La Portuguesa una mujer menuda y con mucho nervio que tenía productos de buena calidad, del terreno, como ella decía.

Un día me encontré con que las patatas habían subido de precio, casi el doble.

- ¿Cómo es que están las patatas tan caras? ¿Qué ha pasado?
- Pues eso, que han subido... 
- Ya, ya, pero ¿por qué han subido tanto?
- Pues porque sí. Bueno, ¿quieres patatas o no, niña? En aquel tiempo, todos me llamaban niña.
- Pues no, a ese precio, no compro yo patatas, ya ves.

Y se armó un medio revuelo. La Portuguesa empezó con que a ella se las habían subido en el mercado de mayoristas, las parroquianas se pusieron de su parte y me decían que cómo iba a hacer la tortilla de papas, que si el huevo frito sin patatas no era lo mismo, que si los potajes sin patatas...

- También se pueden hacer tortillas con verduras, que están muy buenas. Si no hay patatas para acompañar, haré puré de sobre o arroz blanco, que no pasa nada. Y los potajes, se pueden hacer sin patatas. Que yo no compro patatas hasta que no bajen, ya está.
- Pero niña, tendremos que comer patatas...
- A ese precio, yo no las compro. Y si todos nos negáramos a comprar patatas a ese precio, bajarían.


Y desde ese día, cada vez que iba a por fruta y verduras, lo primero que preguntaba era si habían bajado las patatas.

- Todos los días lo mismo, siempre es igual, ¡las patatas no han bajado, niña!
- Ah, pues no compro patatas. Y compraba de todo, menos patatas.

Y poco a poco, las demás clientas empezaron a decir que era verdad, que porqué había que pagar las patatas tan caras, que podíamos pasar de las patatas hasta que bajaran, que yo no compraba patatas y seguía haciendo mis comidas tan ricamente. La Portuguesa se encendía cuando me veía llegar, apretaba los labios, ponía los ojos en blanco y resoplaba, se le empezaban a caer las alcachofas y los limones de las manos y me miraba muy mal. Hasta que un día me soltó:

- Mira, niña, no vengas más a comprar a mi puesto, ¡que no vendo una patata desde que te has encojonao con lo de las patatas, que me tienes a todas las mujeres revolucionás!

Me dio penita, y ahí se acabó mi cruzada particular contra el precio de las patatas, pero... ¡casi lo consigo!

El primer día que me negué a comprar las patatas, hice este guiso de judías blancas, que originalmente lleva patatas, está claro que no se las puse y desde entonces, lo hago siempre sin patatas, me gusta más así.

Ingredientes.
500 gr de judías blancas remojadas de víspera.
1 mano de cerdo.
1 rabo de cerdo.
300 gr de papada de cerdo.
2 cebollas, una de ellas con 2 clavos de olor pinchados.
1 cabeza de ajos asada.
1 hoja de laurel.
1 cucharada de harina.
1 cucharada de pimentón dulce.
Aceite de oliva.
Agua.
Sal.

Elaboración.
Cubrir las judías con agua y llevar a ebullición. Escurrirlas y ponerlas con agua limpia, a fuego medio.
Añadir el resto de ingredientes, excepto una de las cebolla, la harina, el pimentón y la sal, que usaremos para hacer el sofrito:
En una sartén con el fondo de aceite, ablandar la cebolla cortada pequeña y añadir la harina, que sofreiremos bien para que pierda el sabor a crudo.
Añadir el pimentón y remover. Verter dos o tres cucharones del caldo de las judías. Salar ahora.
Triturar y añadir al guiso.
Seguir con la cocción hasta que esté todo tierno, parando el hervor al menos tres veces con más agua fría.
Retirar la papada y trocearla.
Colocarla en la sopera y llenar con el guiso de judías.
Servir muy caliente.










18 comentarios:

  1. Di que sí, hay que ponerse dura jejeje... aunque, la portuguesa ha ganao la batalla al final...¡¡cachisss!!.
    El guiso, ¡¡buenísimo!! yo siempre lo he hecho así, sin patatas ya que, las judías de por sí espesan bastante y llenan mucho.
    Un besote.

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  2. kesito... ganó porque me dio penita, que si no... habría ganado al final, era una batalla perdida jajajaja.
    Y aunque no lo parezca, este guiso no es pesado en absoluto, y está buenísimo, sí.
    Besitos, guapa

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  3. Amiga, cuando decidas formar un partido político, me apunto contigo, ganamos fijo...El potaje debe estar como siempre, de cine. Besitos

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    1. Rosalía, contigo al fin del mundo!! :)
      Ya contaré cuando monté una huelga en el primer trabajo que tuve, con un seguimiento del 100% jajaja.
      Besitos

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  4. Guisadora, genial la historia de la Portuguesa, pero no se yo quien fue mas Gallega si ella o tu, si al fin y al cabo la patata se le echa para espesar y tu le pones la harina, no te hacia falta comprar patatas, pero que la pobre mujer perdiese a toda la clientela en cuanto a venta de patatas se refiere tiene cojon....., y en cuanto al potaje exquisito muy parecido al que hacemos por aquí, si es que al final me voy a tener que ir a Málaga y montar un chiringuito contigo a medias, pero eso si a mi no llamarme boqueron decirme tiburón, jajajajajja (por el tamaño), un beso guapa y pasa un buen fin de semana.

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    1. Que conste que aguanté como seis semanas sin comprar patatas, ehh? Que mi Manuel decía que no venía conmigo al mercado porque un día le iban a pegar por mi culpa jajaja.
      Tú vente para Málaga que entre tú y yo, íbamos a liar una con la gastronomía que pa qué.
      Besitos, boquerón gaditano.

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  5. Maricruz, tu historia me ha recordado a cuando me mandaba mi madre al mercado a hacer la compra. Aunque teníamos puestos fijos, siempre me daba una vuelta por otros a ver como estaban los precios y, finalmente, si eran de la misma calidad (a mi entender, fíjate tu, a mi edad, con 14 añitos o menos) compraba al más barato.
    Saludos y buen superfinde.

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    1. Posti, seguro que tu "entender" a los 14 años, ya era mayor de edad, ya prometías el chef que llevabas dentro :)
      Besitos.
      Nosotros en Andalucía no tenemos superfinde, el lunes no es fiesta :(
      Haremos lo que podamos en nuestro finde pequeñito jaja

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  6. Que guiso más bueno!!!!

    Un saludo desde Almeria

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  7. Ains ese buen corazón que no cabe en el pecho, el guiso con o sin patatas buenisimo.

    Besitossssss

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    1. Reme... eres una amiga, guapa!!
      En el fondo, soy mala, malísima jajajaja.
      Besitos ;)

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  8. Hola!!
    Que guisito más apetecible nos propones hoy.
    Y tus magdalenas esponjosas, me encanta...Para mi el café nube, jejeje.
    No sabía que había tanta variedad de cafés, que interesante.

    Un abrazo.

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    1. Gracias Isa!
      Ya sabes, cuando te hayas aprendido lo de los cafés, te das una vueltecita por Málaga, que te invito a una nube con magdalenas esponjosas :)
      Besitos

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    2. Guisadora, con respecto a mis magdalenas, no me digas eso mujer....
      Tus magdalenas son tan divinas como las mías. A tu manera y con tu receta, nada más cariño....Si todo fuera igual en nuestros blogs...que aburrido ¿NO?
      Probaré las tuyas.

      Y me animo a tu invitación de café, jejeje.

      Y besito guapa y gracias.

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    3. Y yo probaré las tuyas, Isa :)
      Besitos guapa.

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  9. jajaj qué bueno Mari Cruz, armaste la revolución! a mí me pasa ahora lo mismo. Algo que está caro, aunque me guste, paso de comprarlas. Por ejemplo, las judías verdes a cuatro euros el kilo: ¡qué le den por saco! que la calabaza, la coliflor y las habas están muy buenas. Así que cuando bajen las compro.

    Estas judías deben estar pa morirse, con tanto cerdito por ahí jejej Nunca nunca he utilizado ni mano ni papada ni rabo de cerdo en mi cocina. ¡Alguna día debera ser!

    Un besote!

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    1. Laurita, te apunto para mi partido político jajajaja.
      Si pruebas el guiso de judías, ya verás que es mucho más liviano de lo que parece.
      Muchos besitos

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