lunes, 23 de abril de 2012

Puchero malagueño, los bebés y las modas


En Málaga no hacemos cocido, hacemos puchero; el caldo del puchero malagueño es blanco, y en cada casa se hace de una manera distinta.

Hace años, una paciente mía treintañera, me hablaba de su madrileña suegra, que cada vez que venía a verla a ella y su marido, sentaba sus reales en su casa y socapa de ayudar, hacía y deshacía a su antojo. Avisaba por teléfono de sus visitas.
- Que voy para Semana Santa, o pasaré unos días en agosto con vosotros (que era todo el mes), y te haré el cocido madrileño que ya sabess que esstá bueníssimo, chica, la imitaba marcando mucho las eses. Hasta que un día, harta ya de tanta intromisión, le soltó:
- Que no quiero que me hagas el cocido madrileño, que no me gusta el cocido, ¡que a mí lo que me gusta es el puchero que me hace mi madre, con su caldito blanco, su pringá y su hierbabuena! 
Madre sólo hay una, y a ella lo que no le gustaba era su suegra, eso está claro.

Dicen por ahí que la frase hacer pucheros, que usamos para avisar que un nene pequeñito está a punto de llorar, viene de la costumbre de los antiguos romanos de agarrar a los niños por las orejas para besarlos, que eran así de delicados ellos. Y claro, los nenes acababan llorando, hay amores que matan. Desde que me enteré yo de esto, cuando veo a alguien con las orejas separadas pienso: este tuvo un antepasado romano, al que besaban sin parar. 



A buena hora iba nadie hoy en día a besar de semejante manera a un nene, las cosas han cambiado mucho, afortunadamente. Desde que los niños son un bien escaso en el primer mundo, cada vez tenemos más miramientos, órdenes y contraórdenes.

Primero fue que había que lavarse las manos cada vez que fuéramos a tocar al niño, como si viniéramos de revolver en las basuras, que digo yo que a estas alturas de la película, estamos todos razonablemente limpios. Y si estás resfriado, o te ponen mascarilla o te alejan sin más contemplaciones, que sólo les falta empujarte  desde lejos con un palo para que guardes la distancia de seguridad.

Ahora, no se tienen niños, se tienen bebés, qué curioso... Y los bebés no maman, ahora los bebés comen. No se les da agua ni manzanilla, con la leche materna tienen bastante líquido y la lactancia es a demanda, que al final se traduce en que están las mamás con el bebé enganchado a la teta comiendo día y noche. Eso, para que te atrevas a tener otro, a ver si tienes valor.

Porque valor es lo que hace falta para quedarse embarazada. Directamente, les prohíben comer embutidos, carnes rojas, el alcohol ni de lejos, les hacen controles de glucemia por si hay suerte y también les quitan el azúcar, y las pesan para que no pongan ni un gramo de más. Les dan una mala vida horrorosa.

Menos mal, que para compensar, las matronas, que por fin han conseguido sus quince minutos de gloria,  les pintan un panorama idílico: todo esto es lo mejor y hay que vivirlo como en los mundos de Yupi, les dan charlas y clases y así las tienen entretenidas y no piensan en los nueve meses que les espera. Por cierto, ya no se cuenta por meses, ahora son semanas de embarazo, que yo me hago un jaleo espantoso, venga a dividir por cuatro para hacerme una idea aproximada.

Todo esto son modas y, como decía Coco Chanel, todo lo que es moda, pasa de moda, pero yo a veces creo que se nos ha ido un poco la olla.  O el puchero, según se mire.

Ingredientes. (*)
1/4 de pollo.
250 gr de jarrete de ternera.
150 gr de tocino, mejor si es de papada. Con tocino salado también está muy bueno.
1/2 morcilla de cebolla, la de Ronda va muy bien.
4 chorizos para guisar, también de Ronda.
1 trozo de costilla salada.
1 hueso de rodilla.
1 hueso de caña.
1 hueso añejo.
1 trozo de manteca de cerdo añeja.
1 trozo de corteza de cerdo añeja.
400 gr de garbanzos remojados de víspera.
2 ó 3 zanahorias.
Tallos de apio.
1 puerro.
1 nabo.
1 ó 2 patatas.
Fideos finos o arroz.
1 ramita de hierbabuena.
Sal.

Elaboración.
La noche anterior, remojar los garbanzos en agua templada con un poco de bicarbonato.
En una olla amplia, poner las carnes, y las verduras limpias y troceadas. Yo pongo las verduras en la malla de cocer los garbanzos, así me ahorro quitar las hebras que sueltan los puerros al cocer, que me da mucho coraje.
Llevar a ebullición. Cuando esté templada el agua, añadir los garbanzos lavados y escurridos. Salar.
Mantener la ebullición para que el caldo se ponga blanco y una vez conseguido, se puede bajar un poco. Espumar a menudo, para retirar impurezas del caldo.
Cuando esté todo tierno, añadir las patatas troceadas y chascadas con el cuchillo. Esto lo hago para que dé un poco de consistencia al caldo, me gusta así.
En recipientes aparte, cocer la morcilla y los chorizos, así como el tocino que tarda más en ponerse tierno.
Sacar caldo con las zanahorias, patatas y garbanzos y cocer fideos o arroz. Poner en la sopera con una ramita de hierbabuena.
Disponer las carnes en una fuente y servir.


(*) En Málaga, con pedir en la carnicería "avíos" para el puchero, todo arreglado.









12 comentarios:

  1. "Pucheros" me están entrando a mi de no poder disfrutarlo...
    Saludos.

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    1. Posti, no hagas tú pucheros, corazón! Que si vieras los lagrimones como puños que se me escapan a mí cuando veo las exquisiteces que cuelgas en tu blog...
      Besos.

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  2. Aisss, que bien explicaito todo mare!!!! Me encanta tu introducción, cómo pasas de la suegra de tu paciente al valor que hay que echarle para tener un hijo. ¡Serías una monologuista sensacional!

    El pucherito tuyo tiene que tener un saborcito de campeonato con tantos avíos. Yo lo hago más pobre, sin tocino, sin morcilla, sin chorizo, sin manteca, pero el caldito me sale blanco y más rico... Hija que con lo joven que soy el colesterol ya me ha llamado la atención...

    Un besazo! Por cierto, ¿no te puedes escapar el viernes por la tarde para nuestra quedada en casa de Kesito?

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    1. Jajajaja! Tú sí que eres sensacional en todos los sentidos, Laurita.
      Eso tuyo del colesterol, va a ser que tu organismo lo "fabrica" de manera natural, así que ya sabes, a tomar infusiones de alpiste.
      Pues claro que pienso ir este viernes por la tarde, tengo muchas ganas de veros :)
      Muchos besitos.

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  3. Buenos dias Mari Cruz. El puchero divino, perfecto, buenisima cocinera que eres, a la vieja usanza como debe ser.
    No hace mucho en un blog bastante afamado y glorioso, ví un "puchero" y en los comentarios preguntaba alguien ¿como consiguen poner el caldo blanco? y contestaba el autor: machacando una patata y la cebolla le da ese color blanco.....Yo alucinaba!!
    Aunque nadie tiene la "verdad absoluta" de las recetas, quienes nos guiamos por el buen hacer de nuestros ancestros (y una buena materia prima, que ésto es primordial) conseguimos esos platos tradicionales, con los sabores de antaño y perfectos como este puchero que tan magistralmente has preparado.
    Un abrazo

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    1. Buenos días, guapísima!
      En esto de la cocina, cada maestrillo tiene su librillo, pero vamos, lo de machacar la patata y la cebolla... es para tirarse al suelo, como dice una amiga mía jajaja.
      Gracias por la visita, gracias por comentar y gracias por ser mi amiga. Besitos.

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  4. Una fantástica manera de presentar su "Puchero", me ha gustado tanto el introito como el cuerpo de la receta.
    Saludos

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    1. Gracias, Sr. Apicius. Es todo un honor, y más viniendo de alguien que, como usted, es una autoridad De re coquinaria.
      Saludos.

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  5. !Ayyy malagueña salerosa! cuando he visto la palabra "puchero" me he dicho,esta es de las mias, y lo de cazuela de fideos,yo soy de Málaga,pero vivo en estepona,donde los fideos son,fideos guisados,y no, yo digo cazuela de fideos,eah!por cierto en mi blog tengo un puchero aunque le puse "andaluz" .Por si quieres visitarme,yo ya soy seguidora tuya desde este momento
    www.cocinaconreina.blogspot.com

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    1. Acabo de venir de tu blog, ya soy seguidora tuya, me gusta :)
      Y tu puchero andaluz, tiene una pinta buenísima, con su caldito blanco y la pringá y todo, todo como el mío.
      Un blog estupendo el tuyo, de verdad.
      Besitos

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  6. Como me gustan tus relatos y por supyuesto este pucherito blanco, blanco como nos gusta a los malagueños.
    Mari Cruz permíteme una recomendación visita Cocina con Reina es mi sobrina y es una malagueña de las auténticas, estoy segura que te gustará.

    besitosssss y nos vemos dentro de un ratito.

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    1. Reme, acabo de hacerme seguidora de tu sobrina, tiene unas recetas muy buenas, caseras como a mí me gustan.
      Anda, que no voy a aprender yo ná con tu familia!!! :)
      Besitos

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