sábado, 21 de enero de 2012

Trufas de chocolate al ron y las recetas dedicadas


A principios de Diciembre me dijo Maribel que si iba a subir alguna receta de dulces de Navidad, que por qué no subía alguna de trufas de chocolate que le gustaban mucho. Claro que tenía recetas de trufas de chocolate, lo que no tenía era tiempo. Ha sido muy paciente y ha esperado sin rechistar, se lo agradezco, así que no tengo más remedio que dedicarle esta entrada o post, dicho en lenguaje bloguero, que como siga así voy a tener que poner un apartado especial para Recetas Dedicadas lo mismo que antes se dedicaba música en la radio.

Recuerdo cómo oíamos a María Teresa Campos en Radio Juventud de Málaga, recitar a toda pastilla unas listas enormes de dedicatorias en el programa Discos Dedicados. Entonces la gente ya felicitaba públicamente a los demás en el día de su Santo, cumpleaños y otras efemérides, que estas cosas se hacían antes de Facebook.

Había dedicatorias típicas en el Día de las Madres, que sonaba Madrecita del alma querida, de Antonio Machín; y más tarde, Madrecita María del Carmen, de Manolo Escobar que llevaba un altar en su pecho ardiente a la madre que le dió el ser, qué agradecido. Aunque luego, le salió la vena racial y se negaba a que la novia o lo que fuera se pusiera la minifalda para ir a los toros, que la gente mira p'arriba porque quieren ver tu cara y quieren ver tus rodillas. Muy bonito, hombre, de modo que a las suecas que ya andaban por aquí sí se les podía ver todo lo que enseñaban pero a la española, que cuando besa es que besa de verdad, no.

El mes de Mayo, era un mes estrella que dejaba a Mari Tere sin resuello. Era el mes de las primeras comuniones y el artista favorito era Juanito Valderrama que cantaba con mucho sentimiento aquello de como una blanca azucena, lo mismito que un jazmín, mi niña va hacia la Iglesia, a la Iglesia de San Gil, la manía que tenía este hombre venga a hablar de San Gil en todas sus coplas. Esta canción se la dedicaban a las niñas que entonces iban vestidas de Sissi Emperatriz y los niños de almirantes de la mar océana, a los que no recuerdo yo que dedicaran canciones especiales.

Una de las canciones que más sonaba por aquel tiempo, era El Emigrante, de Juanito Valderrama una vez más. La cocinera de casa se emocionaba y la costurera siempre aprovechaba para tomarle el pelo por Dios, tata, cómo te puede gustar ese hombre, con lo feo que es, que tiene los ojos que son dos puñalás en un tomate. La tata aprovechaba para meterse con Juanita Reina o Marifé de Triana, que le gustaban a la costurera y al primer pasodoble que sonaba, se ponían las dos a bailar como si no hubiera pasado nada, eso es buena convivencia.

 En los 60 había mucho tráfico, venían los turistas, se iban muchos españoles a trabajar a Europa que entonces empezaba en Los Pirineos, y El Emigrante tenía muchos seguidores en los Discos Dedicados.
Comienza afirmando tengo que hacer un rosario con tus dientes de marfil, para que pueda besarlo cuando esté lejos de ti, lo que me parece una barbaridad, se mire por donde se mire. Bien podía llevarse una foto como todo el mundo y besarla todo lo que le diera la gana, pero lo de los dientes, por muy marfileños que fueran, es una burrada. En aquellos tiempos éramos todos un poco brutos, la verdad. Y sigue rogando que le ampare aquélla que está en San Gil, otra vez. No me extraña, si te vas después de arrancarle los dientes a una criatura que no tiene culpa de nada, éso sólo te lo puede arreglar la de San Gil.


Las dedicatorias eran muy curiosas y típicas, por otra parte. Para Pepito Pérez, de sus papás y sus abuelitos en el día de su cumpleaños, para que se coma toda la tarta, había que comer, todavía no estábamos obsesionados con la dieta. Para la niña Pepita García, que ha tomado el pan de los ángeles, que siga siendo buena siempre, o sea, la niña había hecho la primera comunión y la familia aprovechaba la ocación para chantajearla emocionalmente. Para Juanita González, de quien ella sabe, y que espera que no deje de ir al sitio de siempre, esto que parece una amenaza, era de algún pretendiente más o menos clandestino, que se hacía notar.

Y ahora, vamos con la dedicatoria de esta receta:
Para Maribel, que sé lo mucho que le gustan las trufas de chocolate, que las disfrute con su familia y amigos y que cuando las coma, se acuerde de su amiga Guisadora que tanto la quiere y que le manda besitos.

De las muchas recetas que tengo de trufas, esta es la que más me gusta y la más sencilla. La tomé de The Joy of Baking, que tiene unas recetas buenísimas.

Ingredientes.

230 gr de chocolate negro.
120 gr de nata espesa.
30 gr de mantequilla a temperatura ambiente y cortada en cubitos pequeños.
2 cucharadas de ron, o whisky o cualquier otro licor.
Cacao puro para rebozar.
Coco rallado para rebozar.

Elaboración.

Hervir la nata con la mantequilla a fuego medio. Cuando empiece a hervir, volcarlo sobre el chocolate troceado, rallado o triturado en una batidora.
Dejar un par de minutos para que se caliente el chocolate y remover con una espátula hasta que se disuelva todo. Si es necesario, calentar al micro unos segundos. Poner ahora el ron y remover bien.
Tapar y entrar al frigo para que se enfríe bien y tome cuerpo. Yo lo suelo dejar toda la noche.
Al día siguiente, dar forma a las trufas con una cucharilla, haciéndolas rodar entre las palmas de las manos como hacemos con las albóndigas.
Rebozar en cacao, coco rallado, o frutos secos muy picados.

6 comentarios:

  1. Que delicias de trufas¡¡¡¡

    http://recetasdesur.blogspot.com/

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  2. Anda Jefa! Tú nunca me has dedicado el emigrante cada vez que me he ido al Reino Unido! jajajaja

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  3. EMPECE SONRIENDO AL DESCUBRIR TU BLOG, PERO CON ESTA ENTRADA SURGIERON LAS CARCAJADAS. ES QUE LLEGAS A UNA EDAD, QUE LO QUE LES SUENA A CHINO A LOS MÁS JÓVENES, ERA EL PAN NUESTRO DE CADA DIA. sUBLIME LA SEMANA SANTA Y NO DIGAMOS LOS DIENTES DE MARFIL... UN BESAZO. M. CARMEN. m.lole@hotmail.com

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    1. Gracias, M. Carmen, la verdad es que estas historias y recuerdos son divertidos, hasta yo me río cuando lo cuento jaja.
      Besitos

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