domingo, 10 de julio de 2011

Pinchitos de cordero y la llamada de la selva

De vez en cuando, es conveniente darse una vueltecita por el congelador a ver qué hay por allí durmiendo el sueño de los justos, no sea que nos encontremos de repente algo parecido a El hombre de hielo de Minnesota, ese que llevaban congelado de feria en feria por todo el medio Oeste Norteamericano en los años 60, que yo no lo ví, pero que me lo han contado.
Eso es lo que me dedico yo a pensar cada vez que paso revista a mis congelados, cosa altamente  improbable porque suelo estar muy pendiente de cómo va el tema y así me evito la duda agobiante de si habrá algo pasado de fecha. Sé lo que es más antiguo, porque etiqueto de manera conveniente todo lo que congelo, hay que ser bien hecha para todo.
Pues llevaba yo unas semanas inquieta con una pierna de cordero que, con el calor que hace no me apetecía poner al horno. Así que decidí hacer pinchitos y como la pieza estaba entera, a deshuesar toca. Ahí es donde siento la llamada de la selva, agarro mi cuchillo de deshuesar y aparece mi memoria  salvaje genético-colectiva, dicho en términos junguianos.
Aprendí a deshuesar una vez que había encargado a mi carnicero de cabecera que me deshuesara un pollo para trufar y el hombre no había tenido tiempo, vaya por Dios. En un arranque heróico, le dije dame el pollo que lo opero yo, de modo que en esto de deshuesar soy una autodidacta como la copa de un pino.
Esta receta es de las que me enseñó Laila y es la que hacían en su casa en Marruecos. Ya sabemos que cada casa es un mundo y que cada guisadora hace lo que le da la gana, que ahora se dice tunear, pero se ha hecho de toda la vida.
Le pongo Ras al Hanout porque me gusta, Laila se reía y decía que eso no era así, ese es mi tuneo.
Cuando ví que Laila cortaba la carne muy pequeña, le pregunté si eso era así y me contestó que son pinchitos, no son brochetas. Pues tenía toda la razón.

Ingredientes.
Carne de cordero troceada muy pequeña.
Ajo muy picado.
Cilantro.
Cebolla muy picada.
Pimienta blanca molida.
Comino molido.
Pimentón picante.
Ras al Hanout.
Azafrán molido o colorante.
Aceite de oliva.
Sal.

Elaboración.
Colocar la carne en un cuenco. Añadir el resto de los ingredientes y entrar al frigo para que se marine, yo lo dejo de un día para otro.
Ensartar la carne en las brochetas y hacer al horno o en una plancha de asar untada de aceite.
Servir caliente.
Nota. La moneda de 10 cts que aparece junto a la carne, es para que imaginéis el tamaño. Lo mismo que hacen los arqueólogos con las piezas que encuentran, que les ponen algo al lado para que nos hagamos una idea. Hay que aprender de todos ¿es o no?

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