viernes, 29 de abril de 2011

Cabrillas a la diabla

Llovió tanto esta Semana Santa, que nos dió tiempo a guisotear a placer, al mal tiempo buena cara. Lo malo es que después nos comemos todo y ya tenemos el verano llamando a la puerta, a ver cómo nos quitamos estas alegrías de vivir que se pegan como plastilina por todo el cuerpo, ay.
Compramos 2,5 kg de cabrillas. Sí, en serio ... es que venían ya precocidas y congeladas en la bolsa, así que era los dos kilos y medio o ninguna. Pues fueron todas, claro. Y nos dijimos "Uhmm las que sobren, las congelamos", en un alarde de autoengaño digno de una de mis sesiones de psicoterapia. Ser psicóloga, eso es lo que tiene, que ya te sabes los trucos y no te pasas ni una.
Y allí que nos pusimos Maricarmen y yo con las cabrillas. Cuando ya estaban cociendo en la salsa, dijo Maricarmen que le parecía que no tenían suficientes especias y buscamos en la despensa a ver si teníamos más. Las encontramos, y no contentas con eso, en vez de majarlas en el mortero, las pulverizamos en la Thermomix, es una de esas veces en las que no debería yo tener esas ideas ni mucho menos, decirla en voz alta. Cuando las probamos, pensamos que nos íbamos a morir del ardor, sentíamos los labios como si fuéramos de un coro de Soul cantando "Only Youuuu" ¡qué barbaridad! Y como somos tozudas, seguimos metiendo mano y probando, probando, nos enganchamos. Como os lo cuento: cada vez nos gustaban más y yo creo que hasta nos dió un subidón, venga a comer cabrillas y venga a reir y como cada vez nos gustaban más, vuelta a comer y vuelta a reir.
Desde entonces, mi Manuel tiene a mano el teléfono de Proyecto Hombre, por si se vuelve a repetir.


Ingredientes

2,5 kg de cabrillas precocidas.

1 kg de tomate triturado enlatado.

60 gr (sí ¡todo eso!) de especias para caracoles. Básicamente: cominos, cilanto, pimienta negra en grano y cayena.

1/2 kg de cebolla troceada.

5 ó 6 dientes de ajos, enteros y pelados.

Pimentón dulce.

Aceite de oliva.

Azúcar.

Sal.

Y una cazuela del tamaño de una plaza de toros.


Elaboración

Descongelar y enjuagar las cabrillas. Algunos fabricantes indican que se cuezan unos minutos y se tire el agua, antes de incorporarlas a la salsa. Estas ya estaban listas.

Pochar la cebolla y los ajos en aceite de oliva y añadir el tomate. Incorporar una o dos cucharadas de azúcar para quitarle la acidez, una cucharada sopera de pimentón y sal al gusto.

A continuación, las especias majadas en el mortero. Si queréis que piquen de verdad, entonces hacéis lo que nosotras: unas cuantas más, hasta llegar a los 60 gr bien trituradas, y que sea lo que Dios quiera.

Poner ahora las cabrillas y dejar hacer todo junto entre 10 y 15 minutos.

Servir calientes.





2 comentarios:

  1. que cosa mas rica!!!! nunca las preparé en casa.

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  2. Mabel, no me lo puedo creer... debe ser de lo poquito que no has hecho en la cocina!! Hazlo, que es muy fácil y ya verás qué bueno está.
    Besitos, guapa.

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