domingo, 10 de abril de 2011

Cordero lechal al horno

Este es un plato que degustamos en casa a menudo, siempre que tenemos un día relajado y tranquilo para comer en buena compañía y disfrutar de una larga sobremesa. Conchi y Antonio han venido a comer hoy, hemos estado muy a gusto como siempre. El cordero, menos pero así es la vida... Cada vez que hago esta receta, recordamos el famoso cordero que comimos cuando el horno anterior decidió que ya había hecho todo el servicio de que era capaz y cuando casi estaba listo el condumio, se descolgó la salamandra de golpe. Fue un golpe PLOP!!! y la salamandra sobre el pobre corderito. Pues ya hemos comido, fue el comentario general, pero después de tantos años de guisandera lo menos que se me puede pedir es tener recursos, así que no dejé que me sobrepasara el pánico, apagué el horno, dejé reposar la cuestión y el resultado fue magnífico. Desde entonces, siempre hay alguien que dice: "sí, sí, muy bueno el cordero pero como aquel de cuando se rompió el horno... ninguno!!!" Y míra que hace años de aquéllo. Pero tampoco es cuestión de estropear un horno con cada cordero, que la cosa no está para experimentos.
Ingredientes

1/2 cordero lechal, troceado en cuartos.

Manteca de cerdo.

Dientes de ajo. Uno para untar el cordero y tres o cuatro para poner en la bandeja de horno.

Tomillo.

Agua.

Sal.


Elaboración

Frotar los trozos de cordero con un diente de ajo pelado. A continuación, untarlo de manteca de cerdo, salar y espolvorear con tomillo.

Colocar en la bandeja del horno y esparcir alrededor más dientes de ajo sin pelar y dados un golpe para que suelten todo su aroma.

Poner en el fondo de la bandeja unos 250 cc de agua a temperatura ambiente.

Entrar al horno precalentado a 200º durante 35 ó 40 min.

Al cabo de este tiempo, dar la vuelta a los trozos de cordero y dejar hacer otros 35 ó 40 minutos. Si vemos que el cordero se queda sin agua, añadir más sin problemas, queremos que el cordero no se quede seco y para ésto es conveniente mantener el fondo de la bandeja con agua.

En este punto, el cordero ya debe estar dorado. Apagar y sacar del horno. Colocar los trozos de cordero en el plato o fuente de servir.

Poner la bandeja de horno con la salsa que se ha formado, sobre el fuego. Desgrasar con un poco de vinagre blanco de vino o con vino blanco, rascando el fondo para que se amalgamen todos los sabores. Verter en una salsera.

Servir caliente.

Lo hemos acompañado con una ensalada tabulé.



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